viernes, 23 de abril de 2010

Por si tienes un minuto...


Por si tienes un minuto te diré,
que deseo que alguien seque las lágrimas que ya hace tiempo derramé,
que anhelo que otros dedos se enreden con mi cabello mientras el viento se adueña de él,
que sueño con el día en que el amor empiece a crecer.
Por si tienes un instante has de saber,
que vivirlo intensamente es lo que tienes que hacer,
rodearlo de ternura, de cariño y de los sueños que aún debes tener,
que si lo dejas escapar una vez más se va a perder.
Por si tienes un corazón te haré tener,
un cofre de cristal donde todos lo puedan ver,
un hueco entre mis manos donde lo podrás guarecer,
un corazón amigo donde pueda permanecer.
Por si tienes un minuto te diré,
que los pensamientos de mi mente son todos para tu ser,
que los latidos de mi corazón siempre los podrás tener,
que mi alma libre, mi alma amiga nunca de ti alejaré.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Tenerte tan cerca





La soledad de tenerte tan cerca amedentra mis ganas de vivir.
Encierra mis sueños en un recondito lugar donde no ven brillar las estrellas, donde mis lágrimas cada noche se pierden en un mar de tristeza navegando entre sirenas solitarias.
La soledad de tenerte tan cerca destruye mi fortaleza hecha con astillas de otros dolores, débiles, frágiles y quebradizas, que ya no soportan el peso de esta pena tan honda que asola mi corazón.
La soledad de tenerte tan cerca, cada día, cada momento, de no poder amarte, besarte, tocarte o simplemente, mirarte a los ojos, esa soledad que me produce tenerte tan cerca y no respirarte. De soñarte cada noche y perderte al amanecer...
La soledad de tenerte tan cerca, de haberte poseido, habitado y querido...
La soledad, solo eso, soledad de no ser ni estar, de oir a mi corazon resquebrajarse cada segundo que pasas junto a mi y me rozas, y estar a la vez a miles de kilometros el uno del otro.
La soledad de tenerte tan cerca, es más atronadora aún que tu eterno silecio...

viernes, 27 de noviembre de 2009

Sirena perdida...



Sirena que nadas en aguas templadas, en noches oscuras y mares resecos. Tus ojos de noches eternas cuajadas de estrellas apagadas por la pena y la soledad, donde las escamas de tu cola relucen desdichas de amores perdidos, heridas de guerras fingidas, llantos de niños perdidos.
Hada mojada de rodales tristes, de mil princesas abandonadas en reinos de cristales rotos, donde las almas incandescentes de pasión, se pierden en rios purpuras ahogando tus lamentos sordos.
Sirena que andas varada en las playas donde las arenas trepan por tu piel macerada por la aflicción de los llantos que intentas callar en la sombra de los barcos que naufragan en tus ciaenagas. Surcando oleajes imposibles de superar por el sueño de tu dulce hogar perdido en un cuento de hadas que alguien se llevó guardado en un bolsillo.
Tempestades desoladas te arrastran a las profundidades, hallando solo en ti un guiñapo atisbado de las miradas ajenas, profusas de envida y rencor al mismo tiempo. Cautivada por la quimera, fantasiosa y utopica del amor verdadero te arrastras entre algas y peces moribundos por el pesar y la amargura que arrastran tus aletas que ya cansadas de nadar en un mar de dudas han decidido cesar en su empeño de volver a enamorarse....

viernes, 20 de noviembre de 2009

No es difícil....

No es difícil,
mirar hacia delante y saber que nunca más estarás ahí,
que al dormirme jamás velaras por mis sueños perdidos,
que al despertarme la soledad envolverá mi ser.
No es difícil,
caminar estando aún en el mismo lugar,
donde nada ni nadie ha cambiado,
donde cada día la oscuridad es más profunda.
No es difícil,
he sido tu amiga, amante, compañera, apoyo y guia,
y ahora nada soy para ti,
solo una noche de ardiente condescendencia que por tu lado paso.
No es difícil,
mientras todos me apoyan, ayudan, consuelan,
mientras se afligen por mi y libran mis batallas,
mientras mi alma hecha trizas recogen con su amistad,
y alientan a mi corazón a seguir latiendo.
No es dífícil,
claro que no lo es,
cuando aún tengo tu aroma en mi ser,
el tacto de tus manos acariciando mi pelo y mi espalda,
y el sabor de tus besos por cada pena de mi alma.
No es difícil,
no es difícil olvidarte,
no amarte,
no pensarte,
u odiarte, no es difícil,
es insoportable.


martes, 17 de noviembre de 2009

Mis sueños...


Para ti Raymon, que luego dices que no escribo nada cielito mio.














Robas la tranquilidad de mis sueños.
Te adentras hasta limites insospechados y me enredas cual rosal espinado con dardos venenosos, llevandote mi calma, mi paz... mi ser por completo.
Robas la tranquilidad de mi sueños.
Naufragio tras naufragio, me pierdo cada noche en tu mar oscuro de dudas, temores y cobardía, ahogando los más bellos sentimientos que jamás albergó mi corazón.
Robas la tranquilidad de mis sueños.
Me clavas la dulce flecha de Eros, dulcificas mi rostro, mis labios y mis ojos, para luego convertirme en la Hidra de este amor destructor al que me abandono por completo.
Robas la tranquilidad de mis sueños.
Robas los besos que mis labios guardan para el angel que de mi amor ha de ser dueño, y los desperdicias en vanos deseos carnales con falsas palabras quebradas.
Robas la tranquilidad de mis sueños.
Todo te llevas, arrasandome como un huracán desolador que solo deja escombros y basura a mi alrededor, un tornado furioso y cruel que quiere despojarme de mi única morada segura, mi alma.
Robas la tranquilidad de mis sueños.
Y solo en sueños podemos tenernos, y solo en sueños me siento amada, y solo en sueños....es cuando puedes robar mi tranquilidad.

martes, 28 de abril de 2009

Tu silencio

Que puedo decir, si solo mirarte me basta para quererte, que puedo hacer, si solo tocarte me basta para amarte, que puedo pensar, si solo soñarte me basta para tenerte.
Como puedo luchar contra algo inexistente que me hiere sin compasión pues cuando no me tienes como quieres tu silencio suavemente me mata.
Como hacerte saber que mi batalla esta perdida contra todo tu ejercito, que tan solo tu mirada me pertuba hasta perder la razón. Como hacerte entender que aunque no lo pidas te adoro, te venero y te amo. Como hacerte ver que me duele tu miedo, que no hay más que tú en mi horizonte, y que mi amanecer sin tí, es solo la continua oscuridad de una noche eterna y perdida llena de tu silencio.
Que puedo decir para que escuches en mis palabras tan sólo una declaración de rendición, que tan sólo quiero al niño que un día me hizo sonreir, el que me hacía sentir querida, segura y distinta. Que puedo hacer para que tu silencio no me hunda en la profundidad de la pena. Tu silencio.
Tu silencio que me ensordece, me apabulla, me hiere, me duele, me amendranta y me daña. Tu silencio que es tuyo, tu silencio doliente, con palabras sordas que agujerean mi alma. Tu silencio latente, de miradas rabiosas de pasión, de gestos llenos de obsesión. Tu silencio lleno de palabras que solo saben mostrar confusión.
Tu silencio, solo eso, silencio. Miradas, caricias, sonrisas... pero sin palabras, solo eso, silencio. Tu silencio que me da la espalda, me huye, se esconde y rechaza mis palabras, solo eso, silencio. Miedo, engaño, soledad y tristeza, y solo eso, silencio es la respuesta.
Anhelo, deseo y sueño de ti, y callas una vez más, solo eso, silencio. Te amo, te deseo, te acaricio y te beso, y solo tu silencio me acompaña. Me abraza, me envuelve, me aprisiona y me mata, solo eso... tu silencio.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

En un beso...




En un beso, sabrás todo lo que callo.




Es una célebre frase del gran Pablo Neruda, yo humildi desde mi corazón, quiero hacer honor a tan bella y real frase con un pequeño escrito. El beso es algo que a todos nos transporta a un lugar elevado, distante del mundo real. Un beso de amor, apasionado, dulce y sincero, un beso sentido con el corazón y no con los labios... un beso con el que se puede decir tanto sin palabras... un beso para decir te amo sin tener que hablar...


En un beso...



En un beso sabrás, todo lo que callo, mis anhelos y deseos, mis sueños más preciados, pues cada noche te abrazo en mi fantasía, en la que nos amamos con locura, tu risueño y yo en silencio. Cada noche que me ensueño con tu amor entre mis brazos en la que haría un hechizo de agua de luna para que tu amor fuese mio sin reparos.


En un beso sabrás, todo lo que callo, cada lágrima escondida tras un paño de alegría. Pues mi risa que para ti es estimada, para mi es la caricia lejana de la que quiere ser tu amada.


En un beso sabrás, todo lo que callo, un amor que entre tinieblas vive amedrentado. Pues te toco, te abrazo y te acaricio, con el temor de que un día me rompas en mil pedazos.


En un beso sabrás, todo lo que callo, pues este beso que te cedo, no es más que un regalo, y mi regalo más sencillo es un beso solo soñado, pero es un beso que siendo sencillo, encierra el amor de toda mi vida.



viernes, 15 de febrero de 2008

Sentada


Mi gran amigo Quevedo, me ha propuesto un reto ineludible, pues me ha propuesto algo que para mí resulta dificil por no decir imposible, me ha pedido que escriba un soneto.

Bueno, no soy buena con la poesía, pero lo intentaré, escribiré sobre lo que más no hace daño en el mundo, y es la pérdida del amor, en sí mismo, no de la persona, no del momento, sino del amor propiamente dicho.

A lo largo de los años, la vida me ha enseñado que se pierden muchos amores, el de la niñez, nuestro primer amor, inocente e indoloro, el de la adolescencia, el amor plátonico que queremos que sea, algo más doloroso pero fácil de olvidar, el de un familiar que se marcha, que nos rompe el corazón porque es un amor dulce y tierno que sabemos que no podremos recuperar de ningún modo, y el amor de la persona que hacemos el centro de nuestra vida, a la que amamos, a la que nos entregamos incondicionalmente sin la necesidad de recibir nada a cambio. El amor que nos destruye hasta el borde de la locura, ese que hace salir todo el rencor y la ira que guardamos dentro de nosotros. El amor que nos hace llorar desconsoladamente como cuando eramos niños, ese llanto atronador que nos nace del pecho y nos quema la garganta. El amor que nos haría gritar hasta estallar y convertirnos en espuma de mar. El amor que mata nuestra alma y nos sume en la más profunda soledad.


A menudo, miramos hacia atrás, y recordamos todos esos amores que han pasado por nuestra vida, a veces reimos al recordarlos, pues nos enseñaron a madurar para un siguiente amor. Pero un día, dejamos de mirar al pasado, pues este nos hace daño, nos hace añicos el corazón recordar a esa persona que una vez nos amo hasta la saciedad y después se marchó de nuestra vida sin importar los motivos de esa huida. Es ese momento en el que hay que mirar hacia adelante y tomar un nuevo camino hacia la luz del mañana y espera que el amor vuelva llamar a nuestra puerta, entonces podremos decidir, si la abrimos o ponemos el cartel de cerrado por derribo...





Sentada




Sentada aquí esperaré tu llegada,

sentada aquí esperaré tu partida,

sentada aquí esperaré tan perdida,

que soledad, me encontrarás apagada.




Sentada lucharé con mi espada,

sentada atraparé mi alma ya huida,

sentada, de nuevo más afligida,

sentada aquí, serena, no atrapada.




Una espera que sin ti desespera,

y que con cada paso ya se aleja

de aquel aliento perfido, que espera




que mis lágrimas, liben cual abeja,

tu recuerdo pintado con tempera,

mientras ahora este recuerdo se aleja.



sábado, 9 de febrero de 2008

El angel que te guarda


¿Por qué estas derrotado si tu alma aún rebosa vida y amor? ¿Por qué estás abatido si tu corazón aún late por unos labios carnosos que alivien tu dolor?¿Por qué aún lloran tus ojos si tu amada se marchó a otros brazos inexpertos que solo la producirán decepción? Tus alas se han convertido en duras cadenas de acero que no te dejan volar, tu cuerpo inerte y arrodillado se ha dejado arrollar por el inminente desamor, postrandote a las puertas de Hades, pidiendo clemencia para entrar en un reino que realmente no deseas pisar. No sufras más por ese amor, tan esculpido en tu corazón que ahora yace de piedra dentro de una caja de metal. Dejame entrar en ti, deja que mis alas aún bellas y suaves acaricien tu necrotizada alma, deja que mi abrazo de calor a la frialdad de tu esencia apenas ahora humana, deja que mis manos borren con cuidado esa bella musa que en tu mente acunas todavía, la imagen de un sueño obligado a no cumplirse ya jamás.

Deja que me arrodille a tu lado, que palie tan honda pena, que con las palabras que crueles y dañinas te lanzo, cual piedras con mi catapulta verbacea, llene de ira tu espiritu para hacerlo estallar en el olvido de un pasado que azaroso y petulante aún ronda tus noches desvelando los sentimientos bellos y grandiosos que un día el principe que conocí defendía. Deja que acaricie lo más bello de tí, lo que un día me enamoró de un mago de las palabras y el romanticismo, y que me jacto de saber que aún existe escondido tras un muro de piedra que lapida su existencia.


Dejame ser el angel que te guarde, el angel que, condenado a no poder amarte, proteja tu ser, tu amor y tus anhelos. Guarda tus penas en mi, en mi alma de hierro forjado a fuego lento y pesaroso, seré tu caja de Pandora, de la cual jamás saldran los lacerantes recuerdos que en ella guardes. Dejame acallar tu llanto, tu lamento, tu atormentado amor frustrado del que has de separarte, dejame aliviar tu dolor con mis besos amistosos, con mis abrazados producentes para un nuevo atardecer a mi vera.


Dejate adormecer en mi ragazo, que mis caricias dibujen una nueva sonrisa en tus labios, que el tacto de mi piel sosiegue tus ansias de amarla otra vez. Deja que te acompañe en tu lago de sueños perdidos, que reme junto a ti sin reprimir tu llanto, para dejar que las lágrimas que derrames se pierdan en las tenebrosas aguas de esta laguna en la que pronto amanecerá. Mira hacia delante, ya no mires atrás, no recuerdes ya ese reino, ya no lo recuerdes más, pues mis alas cubren tu frío, y deshacen tus alas de metal, para que sean de nuevo esas alas, que un día me enseñaron a mi a volar.


Guarda tus monedas para Caronte, pues ya no te harán falta alguna, pues no pienso dejarte marchar, pues si pasas junto a Hades, no habrá vuelta atrás, y como soy el angel que te guarda, te habré de acompañar.

viernes, 8 de febrero de 2008

Te di la vida entera...


Te di la vida entera, te di mi todo mi ser, viví por ti cada segundo, sin pensar, sin reclamar nada a cambio, y solo obtuve tristera, miseria, penuria y desolación.
Te di la vida entera, guarde mi alma entre tus brazos, entregué mi cuerpo a tus caricias y mis labios rebosaban de besos para ti.
Te di la vida entera y después me la robaste, la hiciste pedazos y la soltaste para que el viento se llevara mi último aliento. Ahora lloro y me lamento frente a tu puerta ya cerrada, bajo una cerradura que ni cien llaves abrirá, treinta años te esperado, y solo un dia para perderte.

Te di la vida entera y ahora camino bajo la lluvia, mi pelo empapado, por las lágrimas de los angeles caidos como yo, se pega a mi rostro mientras busco un camino de salida a este infierno terrenal que tu despedida ha creado a mi alrededor, las ropas mojadas me abrazan, acarician mi piel recordandome cuantas veces nos hemos amado al anochecer mientras la bóveda tiznada de perlas era testigo de cada gemido, que tus fuertes ansias de gozarme, esbozaban de mi voz, casi apagada ahora por la incertidumbre de lo que ya nunca más tendré. Tu amor me hace pezados, tu recuerdo me hace pedazos, tu imagen me hace pedazos.



Te di la vida entera, te la di a ti porque me la pediste, te la di porque te quise y ahora no tengo nada, mi vida la tienes tú, y no te importa destruirla, no te importa despedazarla, no te importa nada.
Te di la vida entera y ahora caigo arrodillada ante el firmamento, y suplico por olvidar que te ame una vez, por borrar cada recuerdo que me atormenta cada noche, por arrancarte de mi vida de una vez por todas. Ojalá fuese más fácil vivir con este amor que tanto daño nos hace, ojalá fuese más fácil no llorar por cada recuerdo que a la mente me viene de ti. Me cuesta tanto olvidar tus besos, tus abrazos, cada detalle que tenías conmigo... como puedo acabar con este amor que me quema por dentro todavía, como puedo dejar de quererte si aún odiandole te sigo amando...


Te di la vida entera, y ahora ya no amanece, la noche eterna embarga mi camino destinandolo hacia un edén taciturno y sobrio, donde los arboles podridos ya no alimentaran mi alma, y en que el un dios injusto y perverso juega a las marionetas desde su Olimpo, alejandome del mundo luminoso que una vez conocí y que tan feliz me hizo sentir, para entregarme al abrazo eterno de Morfeo, en un sueño sin retorno donde solo hay debilidad y dolor.
Te di la vida entera y de nada me sirvió, pues tú, egoista e indolente acabaste con mi estela, rasgando toda ilusión que con devoción había depositado en tu altar.


Te di la vida entera, y ahora que haré yo, si sólo soy una sombra que se difumina sin color, si mi vida ya no es mía, si me la robaste con tu amor...