viernes, 27 de noviembre de 2009

Sirena perdida...



Sirena que nadas en aguas templadas, en noches oscuras y mares resecos. Tus ojos de noches eternas cuajadas de estrellas apagadas por la pena y la soledad, donde las escamas de tu cola relucen desdichas de amores perdidos, heridas de guerras fingidas, llantos de niños perdidos.
Hada mojada de rodales tristes, de mil princesas abandonadas en reinos de cristales rotos, donde las almas incandescentes de pasión, se pierden en rios purpuras ahogando tus lamentos sordos.
Sirena que andas varada en las playas donde las arenas trepan por tu piel macerada por la aflicción de los llantos que intentas callar en la sombra de los barcos que naufragan en tus ciaenagas. Surcando oleajes imposibles de superar por el sueño de tu dulce hogar perdido en un cuento de hadas que alguien se llevó guardado en un bolsillo.
Tempestades desoladas te arrastran a las profundidades, hallando solo en ti un guiñapo atisbado de las miradas ajenas, profusas de envida y rencor al mismo tiempo. Cautivada por la quimera, fantasiosa y utopica del amor verdadero te arrastras entre algas y peces moribundos por el pesar y la amargura que arrastran tus aletas que ya cansadas de nadar en un mar de dudas han decidido cesar en su empeño de volver a enamorarse....

1 comentario:

  1. No creo que esa sirena deba rendirse. La única guerra que se pierde es la que se abandona y con el talento que derrocha nuestra protegida, sólo es cuestión de tiempo que encuentre algo que la llene como se merece. Quedan muchas playas desiertas por explorar, mi reina. Sigue nadando bajo las olas. Un beso enorme y me encantó volver a leerte, en unas fechas un poco tristes para mí. La Navidad me recuerda demasiado lo solo que estoy, lo alejada que está mi vida de lo que me gustaría. Pero bueno, debo seguir mis propios consejos, así que no vale rendirse. Un abrazo enorme y confío en que estés genial. Me quedo de tu lado. Hasta pronto.

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